Para conseguir tu primer trabajo en tecnología te recomiendo:
que empieces antes de haber terminado tus estudios (no cuando hayas terminado y estés desesperado/a por conseguir trabajo)
que te armes de paciencia, porque es un proceso que implica varios pasos y que puede llevar tiempo
Pasaste la entrevista, y querés el trabajo
Creá una visión clara de lo que querés
No apliques a cuanta vacante encuentres bajo el sol. Aplicá a trabajos que de verdad te interesen y te entusiasmen.
Para eso, empezá por definir tus objetivos.
Definí tus objetivos a largo plazo
Además de entrar en el mercado laboral, ¿qué objetivos querés lograr con este trabajo? Pensá en el estilo de vida que te gustaría tener (dónde te gustaría vivir, las cosas materiales que te gustaría tener, el tiempo libre que quisieras tener, cómo te gustaría que fuera tu jornada laboral, etc.).
Puede que este primer trabajo no te brinde todas esas cosas, pero que te acerque. Aunque no sea este trabajo el que te brinde todo lo que querés, es importante que tengas una idea de tus objetivos a largo plazo, para que este y cada trabajo que tengas en el futuro te acerque un poco más a tus objetivos a largo plazo, y no pierdas el rumbo en el camino.
Definí tus no negociables
Tus no negociables son aquellas cosas que considerás imprescindibles en un trabajo, cuestiones que un trabajo debe ofrecerte para que lo consideres. Son cosas que no estás dispuesto a negociar: tienen que estar presentes sí o sí.
Tus no negociables pueden ser un cierto rango salarial, la moneda en la que querés ganar, la modalidad de trabajo (remoto, en la oficina, híbrido), las horas de trabajo, las formas de trabajar (Ágil, no Ágil), el trabajo fuera del horario laboral, los viajes de negocios, los beneficios, un proyecto que te interese, un jefe que te permita tomar decisiones, etc.
También podés definir tus ideales: las cosas que te gustaría que el trabajo te ofrezca, pero que no son imprescindibles.
Hacé una lista de empresas para las que te gustaría trabajar
¡No te pongas límites!
Pensá en todas las compañías de las que te gustaría ser parte, y anotalas en una lista. Si no lo tenés claro, pensá qué cosas son las que te interesan y motivan, qué problemas te gustaría ayudar a resolver, y hacé una búsqueda en Google de empresas que se dediquen a eso. Por ejemplo: “empresas de energías renovables”.
Anotá todas las empresas que te interesen, no importa si están contratando o no.
Siempre recomiendo hacer una lista de 100 empresas en una hoja de cálculo. Esta es la que usamos en mi curso y sesiones de coaching.
Hacé networking
Empezá por crear una red de contactos en base a la lista de empresas que creaste anteriormente. De cada empresa que anotaste en tu lista, buscá a personas que trabajen allí, e invitalas a conectar por LinkedIn.
Cuando acepten tu invitación, iniciá una conversación. Contales quién sos, y preguntales cosas puntuales que quieras saber de las empresas (para darte cuenta si realmente te gustaría trabajar allí o no).
Para poder hacer esas preguntas puntuales, antes tenés que investigar la empresa. Leé su página web, su perfil de LinkedIn y buscá noticias.
En esta primera instancia, el networking te va a permitir averiguar detalles sobre las empresas y darte cuenta si de verdad te interesan o no. Además, es una oportunidad para empezar a establecer relaciones con las personas que trabajan en las empresas que sí te interesan, lo cual puede ayudarte mucho si finalmente decidís buscar trabajo allí.
Construí tu propuesta de valor
Tu propuesta de valor es la forma en que con tus conocimientos, habilidades y experiencia podés ayudar a la empresa a resolver sus problemas y aprovechar sus oportunidades.
A la hora de buscar trabajo, necesitás tener tu propuesta de valor bien clara.
Las empresas no están interesadas en conocer todo lo que estudiaste y todo lo que sabés. Lo que quieren saber es cómo los vas a poder ayudar.
Necesitás tener una propuesta de valor general, para el tipo de rol que te gustaría tener, y propuestas de valor específicas, para cada rol al que apliques.
Ahora, descubrir tu propuesta de valor implica varios pasos:
Definí tus conocimientos, habilidades y experiencia
El conocimiento es la información que tenés sobre un tema. Por ejemplo, "Conozco el software Jira, para qué se utiliza y sus funciones".
La habilidad es la capacidad para realizar una tarea correctamente y con facilidad, porque tenés el conocimiento: "Sé cómo usar Jira para organizar mis tareas y asignar tareas a mi equipo".
La experiencia es la práctica de la habilidad: "He estado usando Jira para la gestión de proyectos durante más de 5 años, así que me siento muy seguro usándolo".
Para ganar claridad sobre tu conocimiento, habilidades y experiencia, anotá todo lo que hacés en tu trabajo actual (no importa si no tiene nada que ver con tecnología), y si no has trabajado antes, anotá todo lo que has hecho en proyectos de la universidad o bootcamp.
Si sos un desarrollador recién graduado y no tenés nada de experiencia en el puesto al que querés aplicar, te recomiendo que te prepares en diez puntos clave que te van a diferenciar de otros candidatos recién graduados como vos.
Investigá las empresas de tu lista (para descubrir tu propuesta de valor)
Averiguá qué problemas pueden estar teniendo y qué oportunidades pueden estar desaprovechando.
Hacé una investigación por tu cuenta (leé su sitio web, encontrá artículos de noticias sobre la compañía).
Consultá a tu red de contactos (las personas que trabajan en esas empresas).
Generá un plan para adquirir / mejorar habilidades
Puede pasar que después de haber averiguado qué problemas tienen las empresas que te interesan, te des cuenta de que te faltan habilidades para ayudarlas a resolverlos.
No es el fin del mundo: averiguá qué habilidades son las que te faltan o necesitás mejorar, y generá un plan para lograrlo.
Para esto también podés valerte de tu red de contactos. Preguntá a las personas que trabajan en esas empresas qué habilidades se necesitan, qué herramientas usan, etc.
Creá proyectos para ganar experiencia
¿Y si no tenés suficiente experiencia para aplicar a los puestos que te interesan?
Creá proyectos para generar esa experiencia.
Eso sí: que sean proyectos reales, que tengan usuarios reales. No importa si el trabajo no es remunerado. Lo importante es que trabajes en un producto real con usuarios reales. Así, vas a tener la oportunidad de ver cosas que no funcionan, que se rompen o que los usuarios no entienden. Al encontrar y resolver estos problemas, vas a generar experiencia. Si, por el contrario, creás un producto que no tiene usuarios reales, no vas a tener la oportunidad de encontrar y resolver problemas reales, y así, no vas a generar esa valiosa experiencia que los empleadores quieren ver en vos.
Hacé networking
El networking siempre te va a ayudar, en todos los pasos del proceso.
En este caso, hacer networking te ayuda tanto para averiguar sobre las habilidades que te hace falta mejorar/adquirir (¿qué habilidades se requieren para el puesto? ¿Cómo las implementan y evalúan?), como para sacar ideas de proyectos en los que puedas trabajar para ganar experiencia.
Comunicá tu propuesta de valor
Una vez definida tu propuesta de valor, tenés que comunicarla en tu perfil de LinkedIn, en tu CV y en la entrevista.
Actualizá tu perfil de LinkedIn
En tu perfil de LinkedIn, tu propuesta de valor tiene que ser general, para que aplique al tipo de empresa y roles en los que te gustaría trabajar.
En la sección "Acerca de", dejá en claro cómo podés ayudar a las empresas a resolver sus problemas y aprovechar sus oportunidades.
No pierdas espacio valioso explicando que querés lograr. Usalo para explicar qué podés hacer para ayudar.
Acordate: tu perfil tiene que hablarle a las empresas en las que te gustaría trabajar.
Creá contenido
Crear contenido en LinkedIn es muy importante.
Te ayuda a tener una presencia digital, comunicar tu propuesta de valor, ganar credibilidad en tu industria, generar conexiones y abrir la puerta a nuevas oportunidades.
Ahora, ¿qué contenido crear? Te recomiendo escribir artículos y publicaciones que muestren lo que has estado aprendiendo, el progreso que has hecho. Tomalo como un diario donde registrás tu trayectoria profesional.
Crear contenido no es algo que debas hacer de vez en cuando, solamente cuando estás buscando trabajo, sino siempre. Puede darte beneficios a largo plazo, como una inversión. Por eso, es un hábito que vale la pena adoptar.
No es novedad que LinkedIn es una herramienta muy valiosa que, si la sabés usar bien, puede abrirte muchas puertas. Por eso, te recomiendo que aprendas lo más que puedas sobre cómo usar LinkedIn para conseguir trabajo.
Escribí un buen CV
En tu CV, la propuesta de valor va a ser específica al rol al que estés aplicando.
No digas lo que querés lograr. Decí cómo vas a ayudar.
Da ejemplos concretos de problemas que has resuelto antes. Relacioná las tareas que hiciste en trabajos anteriores y los problemas que estas tareas resolvieron, con las tareas y problemas del trabajo al que querés aplicar.
Asegurate de que bajo cada experiencia laboral quede absolutamente claro cómo trabajás. No te limites a enumerar las tareas que realizaste y las tecnologías que usaste. Las empresas quieren saber si tenés conocimientos sobre la industria y sus metodologías, cuál es tu conocimiento técnico y cómo trabajás.
El principal objetivo de tu CV es conseguirte una entrevista. Por eso, asegurate de saber muy bien cómo escribir un CV que pueda lograr este objetivo.
Hacé networking
Una vez más, el networking puede ayudarte en este paso.
Conversá con tu red de contactos para hacerles saber que estás buscando trabajo y comunicarles tu propuesta de valor.
Si seguiste los pasos que te fui sugiriendo en este artículo, ya has creado un vínculo con las personas de tu red; es gente que te conoce.
Por eso, si surgen oportunidades en sus empresas o si escuchan sobre oportunidades en otro lugar, es más probable que te recomienden, porque ya saben quién sos y qué sabés. De hecho, una red de contactos sólida puede ayudarte a conseguir trabajo (y funcionar como un ‘seguro de desempleo’).
Creá la oportunidad
Que quede claro:
Buscar trabajo no se trata de encontrar una vacante en un portal de empleo, aplicar, y, sentarte en el sillón a esperar si algo pasa.
Se trata de usar todos los recursos disponibles para obtener la oportunidad.
Buscá de manera convencional (aplicá en portales de empleo)
Cuando se habla de buscar trabajo, lo primero que viene a la mente son los portales de empleo.
Es lo más básico y obvio. Por eso, buscá trabajo en portales de empleo, pero no te limites a ellos. Recordá que son solamente una de las tantas formas de buscar trabajo, no la única.
Averiguá si las empresas que te interesan tienen puestos vacantes
Visitá los sitios web de las empresas que te interesan y verificá si tienen vacantes.
Si es así, postulate directamente en la empresa.
Si no hay puestos vacantes publicados en su sitio web, consultá con las personas de tu red de contacto que trabajan en esas empresas. Recordá que muchas de las vacantes nunca se publican.
Contactá a reclutadores
Para aumentar las chances de que un reclutador pueda ayudarte a conseguir trabajo, contactá a reclutadores que se especialicen en lo que vos estás buscando:
el área que te interesa
los puestos que te interesan
el país o ciudad que querés
Enviales un mensaje contando quién sos, qué sabés y qué estás buscando, y dejales tu Calendly para que les sea más fácil ponerse en contacto con vos.
Buscá en Pitcheers
En Pitcheers.com tenemos varias vacantes disponibles. Fijate si hay un trabajo que te guste. Incluso si no ves algo que te llame la atención, programá una reunión con nuestros connectors para contarles lo que estás buscando.
Llevá un registro de aplicaciones
Usá una planilla de Excel o Google Sheets para llevar un registro de las aplicaciones que hagas, así podés medir lo que vas haciendo, y planificar mejor lo que tengas que hacer.
Esta es parte de la planilla que uso en mis sesiones de coaching y curso.
Hacé networking
Contale a las personas de tu red de contactos que estás buscando trabajo. Como ya te conocen, es más fácil que te ayuden a conseguir empleo.
Si hacés networking en los pasos anteriores como lo he sugerido, entonces vas a crear una red sólida de contactos. Tu red de contactos no es una lista de nombres de personas desconocidas, sino que son personas con las que has creado una relación. Ellos ya saben quién sos, qué sabés, y qué hacés. Por eso, si les hacés saber que estás en la búsqueda de empleo, es probable que te recomienden, o que te cuenten sobre vacantes en sus empresas que aún no han sido publicadas.
Conquistá la entrevista
Preparate bien para las entrevistas; demostrá interés por la empresa y el trabajo, y comunicá tu propuesta de valor con fluidez y confianza.
Preparate para las entrevistas
Antes de la entrevista, hacé un trabajo de investigación.
Investigá la empresa y al entrevistador. Idealmente, en un paso anterior, cuando creás la lista de empresas en las que te gustaría trabajar, investigás la empresa en profundidad, leyendo su página web, noticias, y conversando con personas que trabajan allí. Es decir que información sobre la empresa ya tenés.
En esta instancia de preparación para la entrevista, hacé un repaso de lo que sepas de la empresa, y hacé lo posible por investigar algo más.
También, investigá al entrevistador (o entrevistadores). Revisá su perfil de LinkedIn, averiguá qué puesto tiene en la empresa, qué experiencia tiene, en fin, cualquier información que creas que te puede ser útil en la entrevista, para que te sirva como guía para poder expresarte mejor.
Para la entrevista en sí, practicá expresarte en las tres partes principales:
Al principio, abordá quién sos y por qué te interesa el trabajo. Asegurate de estar listo para profundizar en todo lo que menciones.
Luego, hablá sobre tu conocimiento de la industria, las metodologías y tu experiencia técnica. También preparate para preguntas de comportamiento, y para responder preguntas sobre cosas sobre las cuales no tenes experiencia (y salir bien parado).
Finalmente, aprovechá la oportunidad para hacer preguntas. Pensá en preguntas que muestren tu experiencia y conocimientos. No dejes pasar esta chance.
Después de la entrevista, hacé un seguimiento. Enviá un mail agradeciendo su tiempo, y aprovechá para preguntar sobre algo que quizás te hayas olvidado de preguntar durante la entrevista.
Llevá un registro de las entrevistas
Así como recomiendo que lleves un registro de tus aplicaciones, también recomiendo que lleves un registro de las entrevistas. Documentá lo que haya pasado (la fecha, el tipo de entrevista, quién te entrevistó, qué te preguntaron, qué preguntas hiciste, cómo creés que te fue, etc.) Esto te va a ayudar a que estés mejor preparado en cada próxima entrevista.
Para esto, también podés usar una planilla de Google Sheets o un Excel.
Continuá con el proceso
Ya sea que hayas conseguido el trabajo o no, el proceso continúa.
No pasaste la entrevista, averiguá por qué
Puede ser que no hayas quedado en el proceso porque:
No tenés el conocimiento, las habilidades o la experiencia que estaban buscando
No están dispuestos a pagar el salario que pedís
No les gusta tu personalidad, tu actitud
El proceso de selección es confuso (porque hay muchas personas involucradas)
Cualquiera sea la razón por la que no hayas pasado la entrevista, pedí feedback, y no pierdas el foco; el proceso continúa, y si tenés todos estos pasos claros, no vas a perder el tiempo: ya vas a saber por dónde seguir.
La entrevista fue bien, pero no querés el trabajo
Puede pasar que cuando estés en la entrevista (incluso, una entrevista al final del proceso), te des cuenta de que el trabajo no te interesa y decidas rechazarlo.
Que esta experiencia te sirva de aprendizaje; tomá notas para recordar qué preguntar primero en futuras entrevistas, para darte cuenta rápido de que en realidad no te gustaría tener ese trabajo. Quizás tengas que redefinir tus aspectos no negociables.
Pasaste la entrevista, y querés el trabajo
Aunque hayas conseguido el trabajo y estés muy feliz, hay cosas por hacer:
Analizá qué podés hacer mejor la próxima vez
Continuá puliendo y comunicando tu propuesta de valor
Como ves, hoy en día buscar trabajo ya no se reduce a aplicar a avisos de trabajo y esperar a que te contesten. Este método ya no funciona.
Lo que sí funciona es tomarse la búsqueda de trabajo como un trabajo en sí mismo, un proceso que implica dar muchos pasos, pero que sí da resultados.
Por eso, abandoná la idea de buscar trabajo como se hacía antes, y adoptá esta nueva forma de encarar la búsqueda laboral. Si hacés todo el trabajo que hay que hacer, las oportunidades van a llegar, sin dudas.
Hasta acá llegamos por hoy. Te dejo el link a un video donde hable de estos temas, para que profundices más si te interesa:
Si querés conocer en detalle mi estrategia de búsqueda de trabajo y profundizar en los seis pasos que menciono en este artículo, te recomiendo que leas mi libro, El Ciclo de Seis Pasos, en el que explico paso a paso qué hacer para conseguir trabajo.
Si querés que te ayude personalmente a prepararte para conseguir trabajo y desarrollar tu carrera profesional en tecnología, reserva una sesión de coaching conmigo.
Si querés hacerte de las herramientas para conseguir trabajo en tecnología por tu cuenta, te recomiendo que te sumes al curso Cómo conseguir tu primer trabajo en tech.
Para ver los roles que tenemos disponibles, echá un vistazo a nuestro portal de trabajo.
¡Hasta un nuevo artículo!
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